martes, 2 de junio de 2009

¿Cómo precisar el origen de la danza del vientre?

Dans du Ventre

"Tradition is not static. Every generation draws from the past. Evolving from the salon and street performer, to the night club, and concert hall,...the Oriental dance will endure... I don't object to anything as long as it is entertaining."
Jamila Salimpour

Es difícil precisar los orígenes de la danza del vientre por tratarse de una tradición que pasó entre generaciones de mujeres de manera oral y física, sin récords o cánones escritos.



Es claro, sin embargo, que ésta surge en un contexto donde el rol de la mujer era predominante. Se trataba de sociedades matriarcales que dependían en gran medida de los ciclos de la naturaleza para alimentarse, íntimamente relacionados con el ciclo mismo de la mujer, dando lugar a asociaciones entre la fertilidad de la tierra y la fertilidad de la mujer que desembocan en cultos a la Madre Tierra, la Diosa Madre.

Vastos ejemplares de estatuillas a la fertilidad o ¨venus¨ se han hallado, que muestran indicios de dichos cultos en la antigüedad. Se trata de pequeños figurines que resaltan la amplitud de las curvas de la anatomía femenina, a partir de cuyas formas es fácil comprender esta veneración hacia la mujer y sus curvas, ondulaciones y movimientos. Basta ver la cadencia de una mujer al caminar, su contoneo, para entender el origen de la danza como una exaltación de la misma.

Al transformar este esquema a uno de sociedades patriarcales la exaltación de la mujer fue siendo socavada, al representar una contradicción con el mandato masculino y una clara amenaza a éste. Pasó así la danza de ser parte del culto a la mujer a tener un papel desprestigiado. Según cuenta Rina Orellana, bailarina principal de Fat Chance Belly Dance entre 1988 y 1998, la danza como pasatiempo social en Egipto era aceptable como entretenimiento sólo entre mujeres, mientras que la danza como profesión quedó relegada a ¨gitanas, minorías y miembros más pobres de la sociedad¨ las cuales vivían de la danza a pesar de ser mal vistas por las clases más altas de la sociedad por su espíritu libertino, salvaje y subversivo.

En parte gracias a la naturaleza nomádica de estas mujeres las danzas folklóricas de diversas regiones como Syria, Líbano, Israel, Jordania, Turquía, Grecia, y Egipto, entre otras, se fueron alimentando unas de otras, resultando en la evolución y variedad de diversos estilos. Entre las características comunes de estas danzas encontramos un patrón ondulatorio o curvo de movimientos de torso y cadera, así como movimientos basados en aislamientos de determinada parte del cuerpo posteriormente articulados entre sí, que incluso hoy caracterizan la conocida danza del vientre.

Durante los siglos 17 y 18 surge en occidente la corriente artística conocida como Orientalismo. Con la colonización se abre para los artistas la posibilidad de crear imágenes místicas y exóticas, basadas en el imaginario de estas nuevas tierras. El Orientalismo lleva a Occidente no la realidad del Oriente si no la traducción mitificada del mismo. El Arte no imita a la vida, si no que la transforma y la vende como extraordinaria.




Como parte de este movimiento se explica el contacto de estas mismas bailarinas con la cultura occidental, la cual en medio de su fascinación con lo exótico las recibe con brazos abiertos y expectativas crecientes. Los franceses denominan sus movimientos como danseduventre, danza del vientre, por motivos evidentes, ya en 1851 durante la Exhibición del Palacio de Cristal en Londres se introducen bailarinas Orientales a la misma reina Victoria de Inglaterra.

Como es de esperarse el ¨Nuevo Mundo¨ rápidamente adopta y transforma a las mujeres y su danza, adaptando la misma a la sed de entretenimiento del público occidental y sus expectativas. Una vez más, la danza evoluciona, así como su vestuario, indumentaria y connotaciones.

Así por ejemplo, es a partir de elaboraciones occidentales como la obra Salomé de Oscar Wilde que se introduce el velo a la danza oriental, elemento hoy ampliamente utilizado por las bailarinas del género con gran maestría.

Durante todo el siglo 19 se convierten estas bailarinas en parte del imaginario Oriental que se vendía en Europa y Norte America.



Las mismas gitanas halladas a raíz de la búsqueda orientalista dieron lugar a la introducción de la danza del vientre en Estados Unidos, durante la Feria Mundial de Chicago de 1893, cuando el empresario Sol Bloom acuñó el termino danza del vientre para referirse a la danza de las bailarinas gitanas Ghawazee de Egypty y Ouled Nail de Algeria.

El impacto de estas bailarinas fue tal que su danza llego a conocerse como ¨el baile que sacudió a Chicago¨, sin embargo las réplicas de este incidente derivaron en la absorción de la danza oriental por parte del estilo burlesque en boga en Hollywood.

Mientras en Estados Unidos esta danza se desfiguraba para fusionarse con bailes de cabaret, en Egipto las mismas bailarinas atraídas hacia el brillo y el glamour que les ofrecía el estilo estadounidense fueron adoptando nuevas costumbres como propias.
Lo que hoy conocemos como estilo ¨Cabaret¨ se desarrolló a partir de esta fusión ete-oeste en los clubs de Beirut, Algeria y el Cairo, para satisfacer tanto las demandas de la audiencia colonial como de las mismas bailarinas. Incluso el vestuario hoy tan fuertemente asociado a la tradición de danza oriental se tomó de los ideales de belleza y sensualidad estadounidense de inicio de siglo veinte, las asociaciones entre la danza, el brillo y la sensualidad nacen no de su origen étnico sino de las tendencias de cine estadounidense donde el atractivo de la mujer se asociaba con una sensualidad oscura de mujer-vampiro, acentuando así el tabú alrededor de las mujeres que bailaban.

Se genera desde entonces una línea borrosa entre lo auténtico y lo ajeno, entre el origen étnico y la formulación hollywoodense a partir de la cual nace lo que hoy conocemos como Belly Dance.



La danza evoluciona de muchas formas, cambia al alimentarse de diversas culturas, cambia al cambiar de contexto, cambia al pasar de lo ritual a lo folklórico, de lo folklórico a lo mercadeable, del templo al harem, a la calle, al cabaret, al restaurante… al teatro. Muta, crece, cambia, pero persiste en el siempre la maravilla del movimiento, la exploración del cuerpo y la necesidad de usarlo para hablar, de expandir sus limites para encontrar nuevas formas de ser, siendo siempre sobretodo, mujer.



Resumen: Isabel Garnier, Bailarina costarricense de belly dance.


Fuentes: Cook, Wendy, History of Belly Dancing
October, 2007.

Orellana Rall,Rina A. History of American Tribal Style Bellydance San Francisco State University, 1997

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